Una polémica es una discusión entre dos o más personas que defienden opiniones contrarias, generalmente por escrito y de forma alternativa y reiterada.
Precisamente, en justa correspondencia a las dignidades y éticas de la comunicación, el periodista tiene que pensar en su prestigio, en su fama ante la sociedad, tener perseverancia e ir formándose en base a su propia personalidad. En sentido común sensible y con las capacidades de su inteligencia este libremente debe manifestar sus cualidades y virtudes profesionales y es el responsables de sus actos, en tantos ambiciones enfermizas, agresividad intelectual, terquedad de carácter, intolerancia, falta de disciplina, falta de educación, falta de sentido de mediación y responsabilidad son conductores amable de errores no propiedad de una personalidad periodística, virtudes que tienes que expresar y ejercer constantemente.
Hablándose de que el periodismo no es un simple oficio de hablar o escribir, sino que es una profesión difícil y responsable que amerita prestigio, personalidad, sensibilidad humana, inteligencia y virtudes profesionales, una polémica controversial en los medios tiende a dañar la profesión.
La polémica, en muchas ocasiones y como tal género periódistico de naturaleza superior a una simple información, fácilmente puede degenerar una pura discusión hueca o insulto, encaminado por la pasión u otro motivo que a veces puede llevar al periodista a desviarlo de sus caminos profesional.
El periodismo es una labor que exige muchas dosis de valor cívico, o más bien audacia, cabe mencionar que no siempre es fácil para un periodista reconocer y defender la verdad en busca de aclarar los conceptos y puntos de vista, sin llegar a una controversia exabrupta a eso le podremos llamar diplomacia.
Ahora bien, en defensa a la verdad la polémica puedes provocar un campo de opiniónes siempre y cuando ambas posturas no compartan el mismo punto de vista. En ese caso la polémica es beneficiosa siempre y cuando sea para aclarar los conceptos o punto de vista de las partes que participan, si el objetivo es llegar al camino de la verdad eso es considerado importante.
En dado caso la polémica se prolonga demasiado por el fallo de dialéctica y la terquedad empleada de quiénes participan en ellas, pasa de ser interesante y necesaria para aclarar la verdad y defenderla a convertirse en palabreria estéril sin sentido, tales discusiones pierden el interés del público.
Pero hay que ser muy cuidadoso, en ciertos casos la polémica misma puede convertirse en visiones erróneas, y avispero de insultos por la parte quienes no quiere ceder o reconocer sus erróneas opiniónes, dada esta situación también puede convertirse en ataque personales o en argumentación sustituida por sarcasmo, bullyng, ocurrencias chistosas, resultando de muy mal gusto, sin cabida, degenerando totalmente la profesión periodística.
Fanny De Los Santos.
Estudiante de comunicación 🎤
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