Es muy común para los hombres que, antes de una relación sexual, programemos una ida al baño. Además de los cuidados básicos de higiene, mucha gente aprovecha su estancia en el baño para orinar y, solo entonces, ir a cumplir la misión de revolcarse bajo las sábanas – o sobre ellas, por un lado, etc.
El problema es que, por lo visto, orinar antes de tener sexo no es recomendable, y es un consejo que nos da una persona que entiende del tema, el urólogo Dr. David Kaufman, con sede en Nueva York.
Según las declaraciones de Kaufman para Metro, orinar antes del acto sexual es un hábito que incrementa la probabilidad de pescar una infección urinaria. Por eso, aplazar el acto de vaciar la vejiga para después del sexo parece ser una mejor elección, pues el flujo de la orina ayuda a eliminar algunas bacterias indeseables, que pudieron haber sido empujadas a través de la uretra durante el coito.
Cuando este tipo de bacterias se quedan en la uretra y no son retiradas de ahí, posiblemente se abran paso hasta la vejiga, donde desencadenará esa molesta y dolorosa infección urinaria. Además, por si no lo sabías, la mayoría de los casos de infecciones en las vías urinarias están relacionadas con la actividad sexual.
Fisiológicamente hablando, las bacterias son seres diminutos, pero extremadamente capaces, después de todo están formadas por estructuras que asemejan una especie de velcro, lo que hace que simplemente de aferren en algunas zonas de nuestro cuerpo.
El hecho es que, cuando se trata de bacterias que provocan infecciones en la vejiga, la idea es que no lleguen al órgano y se queden allí esperando a que la orina sea producida para solo entonces ser “lavadas” – hasta ese momento tienen tiempo suficiente para que puedas enfermar. La recomendación es: si no tienes ganas de orinar antes del acto sexual, perfecto, pero después sería buena idea que tomaras unos cuantos vasos de agua mientras experimentas ese estado de relajación tan placentero que viene después de un buen acostón.
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