En la temporada navideña, todos esperamos que las autoridades realicen esfuerzos para brindar bienestar a los más necesitados. Sin embargo, lo que hemos visto con la distribución de los bonos de la "Brisita Navideña" en nuestro país, especialmente en el municipio de San Juan de la Maguana, ha sido un manejo ineficiente, irresponsable y, peor aún, injusto para muchos de los que realmente lo necesitaban.
El bono navideño, destinado a aliviar las dificultades de los más vulnerables, ha sido entregado de manera desorganizada y opaca. En lugar de asegurar que los recursos lleguen a las manos correctas, se ha dado paso a prácticas que contradicen el verdadero propósito de estas ayudas. En múltiples ocasiones, se ha dejado claro que la distribución no ha sido equitativa, y ha favorecido a quienes están más cerca del poder o, peor aún, se ha hecho de forma selectiva para obtener favores políticos.
Lo más grave ha sido la revelación de las ventas de estos bonos, una práctica que es completamente inmoral y que perjudica gravemente a las personas que realmente los necesitan. Se ha reportado la detención de varias personas involucradas en la venta ilegal de los bonos de la Brisita Navideña, incluyendo a personas que, por su cercanía con funcionarios públicos, se vieron beneficiadas indebidamente de estos recursos. Esta situación no solo demuestra la falta de control en la entrega, sino que también deja al descubierto un problema mucho mayor: la falta de ética y responsabilidad de aquellos que están encargados de la gestión de los fondos públicos.
En mi calidad de regidor de San Juan de la Maguana, he sido testigo de cómo miles de ciudadanos han quedado fuera de este beneficio debido a la mala administración y la falta de transparencia. Las denuncias de ciudadanos que aseguran no haber recibido los bonos prometidos, mientras que otros con menos necesidades han sido favorecidos, reflejan un sistema fallido que no hace justicia a los más vulnerables.
No podemos permitir que la distribución de estos bonos se siga manejando con criterios que no responden a la realidad social y económica del país. Es urgente que las autoridades se tomen en serio las demandas de la ciudadanía y se implementen procesos de distribución más justos, transparentes y auditables. La población merece un trato digno, y no debe ser utilizada como moneda de cambio en una maquinaria política ventajosa.
Es necesario, además, que se lleve a cabo una investigación rigurosa sobre los casos de venta de bonos y que se sancione ejemplarmente a los responsables, tanto aquellos que los vendieron como quienes permitieron que esto sucediera. No podemos permitir que la buena voluntad de los ciudadanos se vea empañada por prácticas mal intensionadas que solo benefician a unos pocos y dejan a los más necesitados en el olvido.
Este tipo de situaciones deben servir como un llamado de atención. Los bonos navideños y otras ayudas sociales deben ser entregados con integridad, de manera transparente y sin favoritismos. El gobierno debe garantizar que los recursos lleguen realmente a quienes más lo necesitan y que no se conviertan en un instrumento para el lucro o el control político.
En resumen, rechazo rotundamente la forma en que se ha manejado la distribución de la Brisita Navideña, y hago un llamado a las autoridades para que rectifiquen este sistema que ha dejado mucho que desear. San Juan de la Maguana, como muchas otras comunidades del país, merece un trato justo y transparente, y es nuestro deber luchar para que esto se haga realidad.
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